Higuera
Higuera (Ficus carica): higuera, cabrahigo (los ejemplares silvestres).
Características generales: arbusto o arbolillo que llega a los 7 u 8 metros en algunos ejemplares bien regados, muy ramificado y con copa de aspecto amplio y redondeado; notablemente aromático. Tronco corto y ramas de crecimiento casi horizontal, de corteza gris claro y lisa. Ramas jóvenes verdosas y con pelos. Hojas alternas, con "rabito", grandes, de forma muy variable (generalmente profundamente lobuladas), de color mas claro por el envés y con pelos rígidos que hacen que se noten ásperas al tocarlas. Las flores se producen en primavera, y quedan encerradas en un receptáculo carnoso con forma de pera, que será el que dará lugar al higo, en verano. Su polinización la lleva a cabo un himenóptero, que entra en el higo para efectuar en él la puesta. Muchas higueras cultivadas requieren para la maduración de los frutos, la llegada del polinizador desde alguna higuera silvestre. Para ello, se cuelga de las ramas de la cultivada una rama con flores de la silvestre (cabrahigo). Algunos ejemplares producen en años favorables una segunda generación de inflorescencias que quedan en el árbol durante el invierno y maduran a la primavera siguiente sin haber sido polinizadas; son las brevas. Temporalmente aparecen en el año antes que los higos, de ahí el grito de los vendedores de fruta antigüos: "¡Al higo, al higo, que la breva ya se ha ido!"
Brota vigorosamente de cepa y raíz.
Hábitat: soporta bien los climas cálidos y prefiere tener suelos bien regados, no importa que sean calizos o silíceos. No obstante, aparece también en grietas de roquedos, torrenteras e incluso muros de construcciones humanas.
Aprovechamientos: los higos, frescos o secos, son ricos en azúcares y muy energéticos; con ellos se hacen también confituras y vino de higo.
La madera es de mala calidad y se pudre rápidamente. Cuando se hacen incisiones en la corteza o se arrancan hojas o higos jóvenes, se libera un látex blanco algo irritante que se ha cultivado para combatir las verrugas.
Ficus es el nombre que daban los romanos a la higuera. Deriva del grieco sycon, de donde también procede el nombre latino de sicono, que es el nombre aplicado al tipo de fruto que es el higo.